Sólo un consejo

[discurso de graduación atribuído al cineasta australiano Baz Luhrmann]

Damas y caballeros de la clase del ’99... usen filtro solar. Si pudiera ofrecerles tan sólo un consejo para el futuro, sería ese. Los científicos han comprobado los beneficios, a largo plazo, del filtro solar, mientras que el resto de lo que les pueda decir, no tiene ninguna base confiable más que mi vaga experiencia que, por ahora, comparto con ustedes:

• Disfruta el poder y belleza de tu juventud, o bueno olvídalo, esas son cosas que se comprenden hasta que se han desvanecido. Pero, créeme, dentro de 20 años verás fotos tuyas y recordarás de alguna forma que ahora se te escapa, la cantidad de posibilidades que tenías frente a ti y lo bien que te veías... y que no estás tan gordo como te imaginas.

• No te preocupes por el futuro; o preocúpate, pero sabiendo que es tan efectivo como intentar resolver una ecuación de álgebra masticando chicle. Es probable que los problemas más serios que te surjan en la vida sean cosas que ni pasaron por tu mente, de ésas que te sorprenden un martes cualquiera a las cuatro de la tarde.

• Todos los días haz algo que te asuste.

• Canta.

• Sé considerado con el corazón de las personas y no toleres a aquéllos que sean desconsiderados con el tuyo.

• Usa hilo dental.

• No pierdas el tiempo en celos o envidia. A veces vas adelante, otras no… la carrera es larga, y al final, es sólo contigo mismo.

• Recuerda los hálagos que recibas, olvida los insultos; si consigues hacerlo, tendrás que decirme cómo.

• Conserva las viejas cartas de amor, tira los recibos bancarios viejos.

• Yérguete.

• No te sientas culpable si no sabes qué hacer con tu vida… las personas más interesantes que conozco no sabían qué hacer con su vida a los 22 años, algunos de los cuarentones más interesantes que conozco, no lo saben aún.

• Consume suficiente calcio.

• Trata bien a tus rodillas, las echarás de menos cuando te fallen.

• Tal vez te cases, tal vez no; tal vez tengas hijos, tal vez no; tal vez te divorcies a los 40, o tal vez bailes hasta el cansancio en tus bodas de platino... hagas lo que hagas, no te felicites demasiado, pero tampoco te reproches -las elecciones son, a medias, casualidad-.

• Disfruta tu cuerpo. Úsalo de todas las formas posibles... sin miedo a hacerlo, o a lo que piense la gente si lo haces, es el instrumento más grandioso que tendrás jamás.

• Baila... aunque sólo sea en tu casa.

• Lee las instrucciones, aunque no las sigas.

• No leas revistas de moda y belleza, sólo harán que te sientas feo.

• Acércate a tus padres. Nunca sabes cuando se irán para siempre.

• Sé bueno con tus hermanos. Son el mejor vínculo con tu pasado y los que muy probablemente seguirán contigo en el futuro.

• Comprende que los amigos vienen y van, pero hay unos tan valiosos, que debes conservarlos.

• Esfuérzate en mantener puentes sobre las brechas que generan la distancia geográfica y el estilo de vida, porque cuanto mayor seas, tanto más necesitarás a las personas que conociste siendo joven.

• Vive en una gran ciudad alguna vez, pero déjala antes de que te endurezca; vive en un pueblo pequeño alguna vez, pero vete antes de que te haga blando.

• Viaja.

• Acepta las verdades innegables: los precios subirán, los políticos mentirán, tú envejecerás también. Y cuando suceda, fantasearás con que, cuando eras joven, los precios eran justos, los políticos eran confiables, y los niños respetaban a sus mayores.

• Respeta a tus mayores.

• No aspires a que alguien te mantenga. Puedes tener un fideicomiso, una pareja adinerada... pero nunca se sabe cuando puede esfumarse cualquiera de los dos.

• No te hagas demasiadas cosas en el pelo o cuando tengas 40 años parecerá el de alguien de 85.

• Sé cuidadoso con los consejos que aceptas, pero, sé paciente con quien te los ofrece. Aconsejar es una forma de nostalgia, de rescatar el pasado del basurero, limpiarlo, pintar las partes feas y reciclarlo por más de lo que vale.

Pero, confía en lo que te digo del filtro solar.