jueves, marzo 31, 2005

La Cumbre

Los días santos, mis papás y yo subimos a un cerro, muy cercano a la ciudad, llamado la Cumbre. Ya antes lo había visitado, pero estos días fue algo extraño. Mientras caminaba por el sendero empedrado, comencé a recordar las primeras veces que fuimos. En aquellos tiempos, todos subíamos, cada un a su paso. Yo era el último en subir. Simplemente no tenía la condición para recorrer los casi tres kilómetros y medio. Me acuerdo que Don Gustavo se quedaba conmigo, dándome ánimos para no desistir.
- El chiste está en la respiración... - me decía.
El día de hoy, puedo subirla sin problemas. La exploro a un ritmo que ni Don Gustavo ni Doña Tere pueden agarrar. Me siento imparable! Simplemente me siento en la cumbre... allá donde ni el cansancio ni el calor toca mi cuerpo.

Detesto

Detesto que ni con palabras reales pueda manifestar mi enojo.
Detesto la risa burlona de las hienas; la indiferencia de los peces; la insana conspiración que la gallina, el perro y los guajolotes hacen contra el elefante! Detesto sentir odio por esos animales, esas bestias que al principio dieron cariño pero al final, sus garras flagelan este templo! Detesto que todos mis gritos sean en vano, que ni el eco, en su natural resonancia, realice un cambio en este espacio. Detesto pues, la vida que llevo. Un caminar en el tiempo que nadie ha intentado entender. Y aunque desnude mi cuerpo y alma todos lo miran, burlándose de él.

martes, marzo 29, 2005

Hijo único!

Las vacaciones terminaron para muchos, entre ellos a mis hermanos... y a mi. Me la pasé muy agusto gozando de la soledad, la tranquilidad y la libertad que me da el no tener a mis cosanguíneos en casa. A pesar de yo no haber ido a las cálidas playas de Cuyutlán o a la misteriosa ciudad de los muertos en Oaxaca, pude darme el lujo de usar la computadora a mi antojo; tuve vehículo para transportarme en la ciudad.
Por un momento me sentí hijo único!
Ps. Ayer lunes, Toño se despertó antes que yo, ganándome la PC por todo el día... Debo aprender a compartirla, porque de hijo único tengo poco.

domingo, marzo 27, 2005

No perteneces

Los seres vivos: "nacen, crecen, se reproducen y mueren!" El hombre: "nace, crece, se reproduce, intenta trascender y muere!" El hombre es el único que modifica su entorno, creando un desequilibrio en él.
Por lo tanto, el hombre no es un ser vivo. El hombre necesita de una envoltura material para poder sobrevivir en este lugar, un mundo al que no pertenece. Si lo hicieras, si pertenecieras, sabrías encontrar la manera de relacionarte. Siempre buscando respuestas a lo que te sucede, a lo que piensas. Sabes muy bien que no eres terrenal.

sábado, marzo 26, 2005

Actitud de servicio

Dicen los astrólogos que las personas nacidas bajo la influencia del sexto signo zodiacal tienen una actitud altruista innata. Algunos, aseguran que los virgo, a pesar de parecer estar ensimismados siempre están al pendiente de los demás, de su bienestar. "Tienen facha de sólo importarles ellos mismos, de pasar las horas pensando, meditando... Pero cuando se les necesita, son los primeros en darte la mano". A pesar de yo ser un nativo de virgo, creo que carezco de esa actitud de servicio. O tal vez no. Hoy, mientras caminaba como es mi costumbre, un señor me pidió ayuda para mover su vehículo. La máquina no podía arrancar, haciendósele díficil para un solo hombre manubrear para echarla a correr. Así que, yo sin pensarlo ayudé a empujar su automóvil. El problema, no es que lo haya hecho. El punto de esto, es que tengo la mala costumbre de ayudar únicamente a la gente extraña. Me refiero a "ayudar de buena gana". A la gente que estimo, suelo hacerles caras cuando me solicitan ayuda. Es algo extraño, ¿no lo creen?

viernes, marzo 25, 2005

Uno

Sabes quién soy, ¿verdad? – me dijo.
Era la primera vez que se dirigía a mi desde que había llegado a su casa. Él, sentado en la mesa de la cocina; ambos esperando a su padre. Lo miré. Un halo de luz tocaba su cabellera, dejando apreciar el destello dorado que tanto me presumieron. Los rizos de su cabello enmarcaban un rostro blanco, pálido.
– le dije.
Sabía a lo que se refería. Desde que inicié una amistad íntima con su familia, había empezado a sacar deducciones sobre los bizarros acontecimientos que les sucedían. Estaba conciente que él no era un niño común. Científicamente, es imposible que un infante de 3 años pudiera saltar desde un segundo piso sin salir gravemente herido. Él era extraño. No emitió sonido alguno con mi respuesta, como si en ella hubiera encontrado lo que buscaba. Mantuvo un rato la mirada perdida en el frío mármol que cubría el piso del lugar en el que estábamos. Podría jurar que en su pequeña cabecita estaba ocurriendo toda una revolución en la que trataba de comprender la situación en la que se encontraba.
¿Quién soy? – me preguntó en tono fuerte.
En su voz había algo diferente; era un poco más grave. Volteó, me observó con esas penetrantes flamas azules. Si en algo se parecía a su padre, era en esa mirada que me hacía sentir vulnerable y desprotegido. Me causó miedo.
Eres el enviado – murmuré. – Entonces, sabes cuál es mi misión, ¿no es así?
Continuó mirándome. Sentía cómo sus ojos intentaban leer mi mente. Quería escudriñar cada rincón de ella buscando toda la información que había obtenido, todas las conclusiones a las que había llegado.
La sé...¿De qué lado estarás?
No podía elegir un bando. Era una guerra en la que un hombre como yo no tenía cabida. Era la batalla entre el bien y el mal. ¿Qué podría yo, un ser humano común, hacer? Entendía lo que estaba apunto de ocurrir. La humanidad entera iba a sufrir el Apocalipsis. Las antiguas culturas lo habían predicho. El fin del mundo estaba cerca, y yo estaba ahí, esa tarde de marzo, junto a uno de los protagonistas principales de esa historia. Tenía terror.
No lo sé... no creo ser yo tan importante para ti, ni para el otro.En este momento, necesito toda la ayuda posible. Puedes ser importante, si así lo deseas – se detuvo un instante para tomar aire, prosiguió – Puedo ofrecerte todo lo que has soñado tener, pero hay algo que quieres que yo no estaré dispuesto a darte.No sé a lo que te refieres... – le dije, retándolo con la mirada. – Él soy yo... somos uno solo – dijo con firmeza.
Sus palabras herían profundamente mi alma. A pesar de yo estar conciente del nexo sanguíneo que los unía, no perdía la esperanza. Yo lo amaba, él era todo para mi.
Creo que ya no tienes nada que hacer aquí. Dentro de poco empezará lo inevitable. Sólo espero no encontrarme contigo, te aprecio. Aún así, no dudaré en matarte.Si en mis manos estuviera detenerte, lo haría sin pensarlo – dije antes de salir.
Volvió a perder su mirada entre el blanco impecable del piso. Tenía fe en poder encontrar la paz antes que su padre llegara.
Sé que no dudarás en hacer lo que tu corazón dicta, de ahí la diferencia entre tu y yo – pensó.

jueves, marzo 24, 2005

¿Cómo crecer?

por Jorge Bucay
Un Rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo. El roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el pino. Volviéndose al pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la vid. Y la vid se moría porque no podía florecer como la rosa. Mientras que la rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el roble. Entonces encontró una planta, una fresia, floreciendo y más fresca que nunca. El Rey preguntó:
- ¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío? - No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresias. Si hubieras querido un roble o una rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: "Intentaré ser fresia de la mejor manera que pueda".
Interesante, ¿no? Me causa gracia saber que siempre he intentado ser otra persona sin ver jamás lo maravilloso que puedo llegar a ser siendo quién soy. Ahora es mi turno. Estoy aquí para contribuir con mi fragancia. Puedo disfrutar, florecer regado con mi amor propio o puedo marchitarme en mi propia condena... porque no puedo ser alguien más!

miércoles, marzo 23, 2005

Títeres

Se tallan en madera los rostros viejos de los títeres. Se manejan con hilos. Con su arrugada piel y sus cabellos blancos parecen ancianos verdaderos. Pero acabada la comedia se derrumban inmóviles. Igual que títeres, los hombres pasan, como un sueño, por la vida.

martes, marzo 22, 2005

No todos son buenos

Antes de salir de vacaciones, la arquitecta que nos imparte la materia de Paisaje Urbano y Arquitectónico me prestó un libro que habla sobre la antigua cultura China. En este librito encontré un texto que me pareció interesante...
El venado
Un hombre capturó a un venado durante una cacería. Con el propósito de domesticarlo, lo llevó a su casa. En la puerta, moviendo la cola y ladrando, salieron a recibirlo sus perros. El cazador con el venado en brazos, ordenó a los criados que detuvieran a los perros. Al día siguiente fue a la perrera con el venado; llevaba el látigo en la mano y acercó al venado para que los perros lo olieran. Y así todos los días hasta que los perros se acostumbraron al recién llegado. Al cabo del tiempo, el venado jugaba con los perros. Los embestía con dulzura, corría, saltaba entre ellos, dormía sin miedo a su lado. Temerosos del látigo, los perros le devolvían caricia por caricia. A veces, sin embargo, se relamían los hocicos. Un día el venado salió de su casa. En el camino vio unos perros. Inmediatamente corrió a unirse a ellos, con ganas de jugar. Pronto se vio rodeado por ojos inyectados de sangre y dientes largos. Los perros lo mataron y devoraron, dejando sus huesos regados en el polvo. El venado murió sin entender lo que pasaba.
¿Qué me deja esta historia? No podemos envolver a la gente en fantasías, sobreprotegiéndola, porque el día que nosotros no estemos con ellos pueden llegar a confiar en personas que los dañarán sin misericordia. Un padre debe dejar vivir a su hijo, enseñarle a defenderse. El hijo aprenderá que en esta vida no todos son buenos. Más vale sufrir a tiempo que morir como el venado, sin entender.
Nota: Este texto fue escrito por Lien Tsang-yen, un literato chino que vivió en el siglo VIII d. C.

lunes, marzo 21, 2005

Lo que quiero escuchar...

- Ámame... - Ya te amo un chingo, cabrón!
Muchas veces, uno está tan ocupado imaginando cómo serían las cosas si cierta persona sintiera lo mismo que tu sientes que nos olvidamos lo que en realidad nos dice con sus actos. Una vez él me dijo: "todas las buenas acciones son borradas con una sola mala acción". Qué problema!

viernes, marzo 18, 2005

martes, marzo 15, 2005

domingo, marzo 13, 2005

Taxi!

Aún no puedo creer lo que me pasó ayer en la noche... Empezaré diciendo que durante el día anduve bastante agüitado, serio. Yuri me preguntó si me pasaba algo; yo sólo le dije que no tenía importancia. Así, nos fuimos a casa de Vero, queda a 20 minutos de la ciudad de Colima. El objetivo era hacer la tarea de Paisaje, la cual gracias a Dios, terminamos! Estando allá, me relajé mucho viendo el entorno verde. Recibí un mensaje de Rod [r-esencial]. Me alegró mucho, en verdad! Entonces se me ocurrió invitar a Alejandra para hacer una fiestecilla. Me dijo que llegaría en 2 horas. Terminamos la tarea antes, moríamos de hambre y Ale no llegaba. Decidimos regresar a Colima. Me dejaron en casa de Marisol. Estuve viendo algunas fotos de ella, de Mariana [fotos de su ex Leon, tiene buenos gustos la condenada!] y de Alejandra. Ya entrada la noche, regreso a mi casa. Caminaba hacia el 3er Anillo Periférico buscando un taxi. Venía uno con la farola apagada; yo no lo pelé. La enciende, lo abordo.
- A Av. Insurgentes esquina con Solidaridad, por favor. - ¿Dónde queda eso? - me pregunta. - Pasando la glorieta del DIF. - Ah ya! En la INFONAVIT. - Así es.
Creí que sería un viaje cualquiera. Recorreríamos el desolado 3er Anillo. De hecho, al principio me puso nervioso la manera tan intempestiva en la que se saltaba los semáforos. De repente...
- ¿Vienes de hacer tarea? - Así es... - traté de contestarle lo más cortés posible. - ¿Dónde estudias? - Estudio Arquitectura - le contesté erróneamente.
No alcanzaba a escuchar muy bien lo que me preguntaba ya que iba en el asiento trasero. Entraba mucho viento por la ventanilla. Subí el vidrio; él también.
- ¿Dónde? - volvió a preguntar haciendo enfásis. - En el Tecnológico de Colima - le dije. - ¿Y no vienes de ver a tu vieja? - repitió la pregunta. - No, vengo de hacer tarea... Era en equipo, nos tocó juntarnos por acá. - ¿Y a qué hora te das tiempo para la vieja? - me miró por el retrovisor, como que vió mi expresión porque agregó - ¿o no tienes? - No, no tengo... - le contesté fingiendo pesar. - ¿Y luego? - volvió a mirarme. - Pues ya vez - me empezaba a incomodar la situación. - Deberías tener una para que le metas la polla! - murmuró. - ¿Perdón? - le pregunté, quería corroborar lo que mis oídos escuchaban. - Que te consigas una para que le metas la verga - repitió un poco más fuerte.
Lo único que hice fue emitir una leve sonrisa, haciendole entender que me había causado "gracia" su comentario. Yo ya no quería seguir con la charla.
- ¿Y si has tenido novia? - indagó. - Sí, dos - mentí [no me pregunten por qué, no lo sé aún] - ¿Y qué tal? - Pues más o menos... - no lo dije muy convencido; de hecho dudé. - ¿Y te las cogiste?
[En este punto YO ya encontraba cómica la conversación]
- Sólo a una, la última - volví a mentir. - Ah! ¿Y a cuántas más te has cogido? - Sólo a ella. - Mmm... no! - era una expresión desaprobatoria, como diciéndome: "Qué lastima!" - Yo siempre la traigo parada, ¿tu no?
No respondí. No sabía qué decirle. Dejé que el silencio le contestara. Pero él me miró buscando un si o un no.
- A veces... digo, lo normal! - le dije. - Yo siempre, compa... y ya las puñetas pues no ayudan - supuse que las puñetas se referían a la masturbación. Aquí yo ya entré a su juego... - Ah! Pero de seguro te coges a tu vieja ¿no? - Pues sí, pero mira dónde ando... - Ni modo... - Tengo ganas de orinar! - expresó. El camino se prestaba para que él tipo bajara y orinara en los matorrales. - Pues llega a una gasolinera - le dí la solución más sensata! [ajá!] - Pues sí, ahorita llego a una... - creí que hasta aquí iba a llegar con la conversación, pero... - Ya se me está empezando a parar... ¿A ti no?
Yo ya no sabía si reírme o decirle: "Deja te la mamo!". Aunque debo admitir que sí me empezaba a excitar la situación.
- No, we... - le contesté casi riéndome. - Y sabes, hace rato casi me hago una puñeta... - Nah! ¿En serio eres tan caliente? - Sí... es en serio! - me contestó mirándome a los ojos por el espejo. - Pues, tendrás que masturbarte para quitarte la calentura! No hay de otra...
En ese momento, estaba seguro que el cabrón quería que le dijera: "Pues ahorita te ayudo, cogemos y sin pedos!". Y era algo que YO jamás le diría.
- ¿Te gusta ver películas porno? - él estaba decidido a seguir con el tema sexual. - Claro, a quién no! - ¿Y está sola tu casa ahorita?
["¿Qué? Osea... el tipo quiere cogerme a como de lugar...!" Eso pensé...]
- No... están mis papás. - Qué mal! - expresó. "¿Mal? ¿Mal por qué?" Yo ya estaba seguro que el tipo quería ver una pelí porno, proponerme que nos masturbemos, vérmela... tocármela... cogerme! - ¿A qué hora tienes que llegar a tu casa?
[No cabía mi asombro]
- Pues no tengo hora... - le dije, también yo de caliente, propiciando algo más! Tentando al demonio... - Vamos a ver viejas a Coqui... Yo te invito! - me dijo emocionado con la idea. - Cómo crees! Ni me conoces... - ¿Y qué tiene? En serio, debo entregar el carro al Trapiche. Vamos a Coqui, luego te dejo de pasada ya que entregue el carro... ¿qué dices? - No, gracias... - Ah! ¿Tienes miedo o qué? - típica expresión que se les dice a los machitos para ofenderlos y que acepten hacer las cosas! - Para nada, aún tengo mucha tarea por hacer! - Mira, ahorita se me antoja coger con esa vieja... - señaló a una chava delgada, con buen cuerpo - Mírala bien!
Fingí verla. En mi interior había una lucha interna por decidir qué hacer. Veía esa como la oportunidad de revivir mi vida sexual. Pero, recordé a Cíclope advertirme sobre los peligros que se corren al aceptar coger con extraños. Recordé las enfermedades que podría agarrar. Así que apesar de estar seguro que el tipo ese intentaba crear una situación para que pasara algo entre nosotros, decidí no hacer nada. Ya llegando a la glorieta del DIF, me dijo: "Pues tu decides, eh!"... Yo ya no le contesté. Le pedí que me dejara sobre la avenida. No dejaría que el tipo viera dónde vivo. Iba asombrado para mi casa con lo que me pasó, con ese hombre que indudablemente buscaba algo más...! ¿O no creen? Nota: Le mandé un mensaje a Cíclope preguntándole si podía entrar, le quería contar lo sucedido. Pensé que me contestaría con un rotundo no, en cambio... Entró, le conté todo... Y conversamos chido! Yo creo que a cual más, los dos, no podemos dejarnos!

sábado, marzo 12, 2005

Abrí los ojos

Caminé regreso a casa. Había sido un día de escuela bastante ligero. Iba reflexionando sobre lo que pasó la noche anterior en la que me molesté con mi familia por ser como son. Recordaba lo que Cíclope me había comentado cuando le platiqué: "Respóndete Racho!, ¿cuántas veces te han preguntado cómo te sientes? ¿cuántas veces te han hecho tu comida favorita? ¿cuántas veces te han prestado el coche para que salgas por las noches y no andes sólo caminando? No me gusta ver que te discriminan! ¿alguna vez le reclamaste a tu mamá por las golpizas que te daba de niño?" Todo daba vueltas por mi cabeza, ni ese día que intentó quitarme las vendas de los ojos ni ayer mismo quise creer que lo que decía era cierto. Yo no puedo decir que mi familia no me quiere, no lo podría asegurar. En eso pensaba... esa tarde, camino a casa. Miré a mi alrededor. Gente, mucha gente. Jóvenes... delgados, atractivos, perfectos. Todos caminaban, circulaban por la ciudad hacia su punto de reunión. Los observé... me sentí enorme, grotescamente enorme. "Dejen de verme..." Pensaba. "Si él estuviera aquí, a mi lado... seguro sería diferente." Entonces, me di cuenta. Lo quería para utilizarlo, para que la gente me viera y yo pudiera decirles: "Mírenme, así como me ven he conseguido esto". Me sentí peor... Sólo quería llegar a casa. El frescor que el viento dejaba bajo mis ojos me hizo percatar que ya había llegado al llanto. Lloré... Me odié por ser quién soy. No soy lo que alguna vez soñé ser. Estoy lleno de odio, de enojo, de prejuicios, de problemas, de dolor. Estoy herido, lastimado... casi moribundo. Yo me he ido matando poco a poco. Aunque mi cuerpo se adelgace, las marcas que se han creado por mi obesidad de años seguirán ahí, recordándome lo que fui. Derramé el líquido salado que llamamos lágrimas por eso. Sentía volar... cuando vibró mi celular emitiendo el sonido característico de mensaje. Era Cíclope.
- ¿A qué hora entrarás al Msn? - No entraré hoy... - Ah, qué chido! - Sí... No sé qué me pasa. Espero poder entrar mañana. Cuídate y descansa. - Qué raro! A ti nunca te pasa nada. A ver cuándo estás mejor! - Pues perdóname por ser tan complicado! - Ajá, siempre tengo que acoplarme a tus estados de ánimo y a tus "confusiones". Ay te ves! - El problema es que aún no entiendes que no porque digas "rana", yo saltaré! Y si tanto te molesta, es simple... Ya no me busques!
Lo que menos necesitaba de él, en ese momento, eran sus reclamos. Así que, después de 15 minutos, se lo dije. Sólo me contestó: "Nunca más te vuelvo a molestar ni a hablar! Qué te vaya chido." Le dí las gracias. Él tomó su decisión y yo, ya no estoy para jueguitos. No ese día, no hoy, no mañana. Entonces, de la depresión pasé al enojo. Me enojé con la situación, con su decisión, con la vida. Enfurecí conmigo mismo. Arañé mis brazos, golpee mis piernas... Y como si ya no sintiera nada, pasó todo. Hoy no tengo emociones encontradas, ni deseo verlo. Sólo deseo irme de aquí. Este mundo que yo creía perfecto, dejó de serlo.

jueves, marzo 10, 2005

Ya más tranquilo

Después de todos mis desvaríos mentales, Yuri me habló para averiguar si el profesor ya se había ido de la escuela. Obviamente le dije que no estaba en el instituto y que no había realizado el trabajo. Quedamos de acuerdo para realizar la tarea de otra materia. Llegué buscándolos, pero no los encontré. En su defecto vi a Marisol y a Castellanos. Aviña, el catedrático que nos dejó el dichoso trabajo que yo no hice, ya no estaba. Muchos no entregaron; dejaron encargados los presupuestos al Jefe de Departamento con la esperanza de ser recibidos por el arquitecto. Yo debo reconocer que no me sentí tan mal. Verlos todos "acabados" despues de una larga noche de trabajo, me hizo ver que la decisión que tomé había sido la mejor. Me hacia falta, no sólo una parte considerable del presupuesto, sino los planos estructurales, de acabados y de instalaciones. Era información que ni en una noche podía realizar. Así que, no me apura para nada. Al menos ya no! Ya hasta revisé mi retícula [listado de materias por cursar] con el propósito de "acomodar" los próximos cuatro semestres, mis semestres finales. Si todo va bien... dentro de dos años seré arquitecto titulado! Update: Hoy el profesor nos comentó que sólo recibió 6 presupuestos, que el resto estaba reprobado en ese trabajo. Que era nuestra decisión dejar la materia o seguir. Obviamente, lo más inteligente es seguir con la materia, así echandole ganas, puede que el maestro termine por recibirnos los presupuestos!

miércoles, marzo 09, 2005

Diálogos internos

- ¿Te sientes bien? - No, no estoy bien... Me has defraudado! - ¿Yo? ¿Por qué dices eso?  - Mira en lo que te has convertido... Eres un irresponsable! Hoy debiste entregar un proyecto y en lugar de eso estás aquí, escribiendo para tu blog.  - Era demasiado tarde para hacer ese proyecto... - Jamás es demasiado tarde! - Está vez si lo era, lo sabes! No me juzgues por intentar resolver nuestros problemas de la mejor manera que mi lógica indica. - No te estoy juzgando, simplemente me has defraudado. - Pues lo siento... Tendrás que vivir con ello y aceptar que el que manda aquí ahora soy yo. He decidido no dañarme. No me desvelaré más! Aprendamos a administrar nuestros tiempos... Pon algo de tu parte. La vida es de colores no a blanco y negro!

sábado, marzo 05, 2005

Un paseo por la mente de Racho!

Comida. Taller. Comida. Cíclope. Cíclope. Cíclope. Comida. Caminar. Composición. Composición. Hacer dieta. Comida. Cíclope. Composición. Programación. Programación. Reprobaré. Internet. Cíclope. Blog. Cíclope. Comida. Composición. Asco. Dormir. Dormir. Cíclope. Salir. Comida. Cíclope.

jueves, marzo 03, 2005

La belleza de un instante

Escrito realizado para la clase de Paisaje Urbano y Arquitectónico por Efraín Castellanos
Me encuentro sentado, soportanto el incesante calor de los rayos del Sol. Estoy a unos cuantos metros de la cima del cerro y la vista es hermosa. Panorama que hace más liviano el trayecto. De repente, el cielo se cubre de nubes; nubes grandes y negras que se dejan arrastrar por el viento, cual si fueran un trozo de algodón. Me giro para apreciar el comienzo de la tormenta que se aproxima aún sin escuchar el estruendo del rayo anunciando la inevitable caída del agua. La vista es espectacular. La serranía que antes se mostraba imponente, ahora ha desaparecido. Sólo se aprecian sábanas gigantescas de nubes grises cubriendo, cual si fueran guardianes celosos, los tesoros de la madre Naturaleza. Me quedo estático, observando como la cortina de agua avanza sin encontrar obstáculo a su paso... Me alcanza. Siento el golpear de cientos de gotas pequeñas que al unísono, lejos de molestar, producen un masaje que libera mi cuerpo de las tensiones y preocupaciones que me aquejan. Cierro los ojos para concentrarme más en esas sensaciones. Me siento liviano, mi cuerpo pesa menos; siento que me elevo, que soy una nube más, a la deriva. Voy a donde el impetuoso viento me lleve... Entonces, todo termina. Abro mis ojos para observar la cortina de agua que se va. Me ha pasado, sigue su camino hacia la ciudad, dejando tras su paso, un suculento olor a tierra mojada.

miércoles, marzo 02, 2005

¡Qué viva!

Como si la Tierra supiera, sacudió aquel día mi esqueleto; llenándolo de una nueva energía que aún conservo. Que el pasado se quede allá, en el olvido, para que el futuro venga con sus nuevos bríos... Y que el Sol, la Luna y las estrellas griten tu nombre! Mis oídos ahora son sordos; ya no soy pobre. La vida sigue; soy parte de ella... ¡Viva la evolución!