jueves, marzo 31, 2005

La Cumbre

Los días santos, mis papás y yo subimos a un cerro, muy cercano a la ciudad, llamado la Cumbre. Ya antes lo había visitado, pero estos días fue algo extraño. Mientras caminaba por el sendero empedrado, comencé a recordar las primeras veces que fuimos. En aquellos tiempos, todos subíamos, cada un a su paso. Yo era el último en subir. Simplemente no tenía la condición para recorrer los casi tres kilómetros y medio. Me acuerdo que Don Gustavo se quedaba conmigo, dándome ánimos para no desistir.
- El chiste está en la respiración... - me decía.
El día de hoy, puedo subirla sin problemas. La exploro a un ritmo que ni Don Gustavo ni Doña Tere pueden agarrar. Me siento imparable! Simplemente me siento en la cumbre... allá donde ni el cansancio ni el calor toca mi cuerpo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Que chido!! lo mejor de todo es disfrutarlo, porque si lo haces obligado, simplemente no :p

ruisko dijo...

que chido racho
eso se siente genal!
ánimo que pronot irás por el himalaya!
un saludote!

[ Prìncipe Sàdico ] dijo...

=)
cool! (( ahora si podré traerte caminando hasta Torreón... ))
Naaa... ia hablando en serio, es cierto, lo bueno es que lo disfrutes =)

Simona Sixx dijo...

Para mi lo más complicado cuando voy a la sierra es la resíración. Y eso que no fumo. Saludos :)