martes, octubre 05, 2004

Destapándome

Ayer, después de entregar la síntesis de mi proyecto, me dirigía a casa con el único propósito de dormir. Caminaba por la Av. Felipe Sevilla del Río, cuando me encuentro con Ale, Silvia y Sandy. Iban para el Rodeo, un parque en mi ciudad. Me invitaron; dudoso acepté.
- ¿Qué tal las discos? - me preguntó Sandy al llegar. - ¿Qué discos? - me había sacado de onda su pregunta, no tenía idea a qué se refería. - Las de Guadalajara! - No entiendo - le dije. - Me comentaron que te habían visto en una disco en Guadalajara, ¿no eras tú? - No creo - negué - Pero pues ni que fuera algo de otro mundo! - Je! Él que me comentó no va a discos comunes - me dijo expresando mucho a lo que se refería. - Ah! - alcancé a exclamar. - Pues tu lo conoces, ¿no? Se llama Ricardo.
Claro que conocía a Ricardo. Un chavo que estaba en la misma prepa que nosotros. Jamás hemos tenido una conversación entre nosotros, pero de que sé quién es, sí lo sé! De hecho, Cíclope anduvo tras sus huesitos recien empezamos a charlar. Como yo sabía que Ale lo conocía, empecé a preguntar por él. Descubrí que andaba con un tipo mucho más grande que él [37 años]; simplemente quedo ahí. Vale, me sorprendió muchísimo todo eso. No tanto porque alguien pueda verme en alguna ocasión, sino que esa persona, con la que no he conversado nada en mi vida y a la que dudo mucho le interese lo que hago, haya comentado eso con una chava que ni siquiera es mi amiga! Y digo, si yo viera a alguien en una disco así... No lo tomaría como algo interesante que contarle a mis amigos, a no ser que esa persona me interesara... Lo cual dudo mucho! Después de eso, empezamos a jugar a La Botella. Ya saben! El típico juego de "¿Verdad o te atreves?". Le tocó a Sandy preguntarme... pedí verdad.
- ¿Te gustan más los chicos o las chicas? - me pregunta sin rodeos. - ¿Qué te diré? - le dije después de estar un rato en silencio pensando.
No perdía nada en decirlo, aún así dudé bastante. No tanto por desconfiar de ellas, sino por la historia que tenía con Silvia [una de las presentes]. Ella fue mi compañera en la secundaria; según eso, en esa época yo estaba perdidamente enamorado de ella. Entramos a la misma prepa, pero a pesar de llevar una buena relación, jamás creí necesario decirle sobre mi homosexualidad.
- Pues la verdad, se supone que eso debes decir! - respondió Sandy. - Mmm... - me la seguía pensando. Miré a mi alrededor, sentía la incomodidad en Silvia - Ok! Me gustan los chicos.
No hubo caras de sorpresa; no hubo gritos; no hubo insultos. Sólo silencio.
- Bueno, te toca - me dijo Ale.
Duramos poco con el juego, porque tenían que regresar a hacer sus actividades diarias. Al dejarlas para ir a mi casa, Sandy me dio las gracias por confiar en ellas. Ella sabía que no es fácil decirlo tan abierto y que le parecía un gesto muy valiente de mi parte. Yo aún me pregunto por qué lo hice!

No hay comentarios.: