domingo, octubre 10, 2004

Aquí la razón!

No lo saben, y tampoco se imaginan, que haberles contado mi historia sexual [si es que puede llamarse así] tiene un trasfondo bastante oscuro. Ya saben sobre mi problema de peso, sobre mi falta de encuentros sexuales y sobre todos mis bajones de autoestima; lo que no saben es que tengo una hipótesis al respecto. De ahí nace la frase "somos nuestro pasado". Imagina a un niño de 7 u 8 años, en pleno descubrimiento sexual. Sabe que su primo y él gozan al estar juntos, más desconoce que la gente y su familia no comprenden esta situación. Lo golpean, le castigan, le gritan que lo que hace está mal: que aquello, que para él es normal, es asqueroso y no debería existir. ¿Qué impresión tendrían esas palabras, esas actitudes en el desarrollo de un niño? Soy el resultado de ello... un chico solo, con problemas alimenticios, lleno de miedo y de prejuicios insanos.

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