viernes, noviembre 19, 2004

Reencuentros

Ya era tarde, me quedaban 10 minutos para llegar a mi clase de Historia, yo apenas salía de mi casa. Bajo hasta la Av. Insurgentes para tomar taxi. Caminaba cuando de repente un auto color miel se detiene, se baja la ventanilla del copiloto y escucho mi nombre.
- ¿A dónde vas?
Era Jorge, un excompañero de la prepa. Habíamos convivido los primeros dos semestres. Recuerdo mucho que a pesar de pasar todo el día escolar juntos, nunca nos consideramos amigos [al menos de mi parte]. Era de esas personas a las que les hablaba por sentarse a mi lado. Él era un chico muy dedicado, llevaba las tareas más completas, estudiaba con días de anticipación para los exámenes. Simplemente, le echaba más ganas que yo. Sin embargo, en una ocasión me expresó su envidia.
- Me desespera ver que yo paso horas estudando para terminar con una baja calificación, mientras que tu ni siquiera tomas la libreta y sacas una nota excelente!
Sólo me le quedé viendo. No veía el punto. En ese periodo, la escuela me valía poco. De hecho fueron los semestres más bajos de toda mi estancia en el Bachillerato #1. Así pues, ese comentario me hizo ver que me hablaba sólo para ver "mi secreto". Ja! Aunque seré honesto, hubo días en que llegué a pensar que le gustaba. Incluso me llegó a decir: "siempre hay un roto para un descocido" refiriéndose a que era lógico que estuvieramos juntos en ese momento... Era muy raro! Qué cosas! Ps. ¿Qué si me llevó a la escuela? Ja! No, el idiota sólo me hizo unas preguntas bobas y se fue... Bonita chingadera! Llegué tarde...

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