Aún no puedo creer lo que me pasó ayer en la noche... Empezaré diciendo que durante el día anduve bastante agüitado, serio. Yuri me preguntó si me pasaba algo; yo sólo le dije que no tenía importancia. Así, nos fuimos a casa de Vero, queda a 20 minutos de la ciudad de Colima. El objetivo era hacer la tarea de Paisaje, la cual gracias a Dios, terminamos!
Estando allá, me relajé mucho viendo el entorno verde. Recibí un mensaje de
Rod [
r-esencial]. Me alegró mucho, en verdad! Entonces se me ocurrió invitar a Alejandra para hacer una fiestecilla. Me dijo que llegaría en 2 horas. Terminamos la tarea antes, moríamos de hambre y Ale no llegaba. Decidimos regresar a Colima.
Me dejaron en casa de Marisol. Estuve viendo algunas fotos de ella, de Mariana [
fotos de su ex Leon, tiene buenos gustos la condenada!] y de Alejandra. Ya entrada la noche, regreso a mi casa. Caminaba hacia el 3er Anillo Periférico buscando un taxi. Venía uno con la farola apagada; yo no lo pelé. La enciende, lo abordo.
- A Av. Insurgentes esquina con Solidaridad, por favor.
- ¿Dónde queda eso? - me pregunta.
- Pasando la glorieta del DIF.
- Ah ya! En la INFONAVIT.
- Así es.
Creí que sería un viaje cualquiera. Recorreríamos el desolado 3er Anillo. De hecho, al principio me puso nervioso la manera tan intempestiva en la que se saltaba los semáforos. De repente...
- ¿Vienes de hacer tarea?
- Así es... - traté de contestarle lo más cortés posible.
- ¿Dónde estudias?
- Estudio Arquitectura - le contesté erróneamente.
No alcanzaba a escuchar muy bien lo que me preguntaba ya que iba en el asiento trasero. Entraba mucho viento por la ventanilla. Subí el vidrio; él también.
- ¿Dónde? - volvió a preguntar haciendo enfásis.
- En el Tecnológico de Colima - le dije.
- ¿Y no vienes de ver a tu vieja? - repitió la pregunta.
- No, vengo de hacer tarea... Era en equipo, nos tocó juntarnos por acá.
- ¿Y a qué hora te das tiempo para la vieja? - me miró por el retrovisor, como que vió mi expresión porque agregó - ¿o no tienes?
- No, no tengo... - le contesté fingiendo pesar.
- ¿Y luego? - volvió a mirarme.
- Pues ya vez - me empezaba a incomodar la situación.
- Deberías tener una para que le metas la polla! - murmuró.
- ¿Perdón? - le pregunté, quería corroborar lo que mis oídos escuchaban.
- Que te consigas una para que le metas la verga - repitió un poco más fuerte.
Lo único que hice fue emitir una leve sonrisa, haciendole entender que me había causado "gracia" su comentario. Yo ya no quería seguir con la charla.
- ¿Y si has tenido novia? - indagó.
- Sí, dos - mentí [no me pregunten por qué, no lo sé aún]
- ¿Y qué tal?
- Pues más o menos... - no lo dije muy convencido; de hecho dudé.
- ¿Y te las cogiste?
[
En este punto YO ya encontraba cómica la conversación]
- Sólo a una, la última - volví a mentir.
- Ah! ¿Y a cuántas más te has cogido?
- Sólo a ella.
- Mmm... no! - era una expresión desaprobatoria, como diciéndome: "Qué lastima!" - Yo siempre la traigo parada, ¿tu no?
No respondí. No sabía qué decirle. Dejé que el silencio le contestara. Pero él me miró buscando un si o un no.
- A veces... digo, lo normal! - le dije.
- Yo siempre, compa... y ya las puñetas pues no ayudan - supuse que las puñetas se referían a la masturbación. Aquí yo ya entré a su juego...
- Ah! Pero de seguro te coges a tu vieja ¿no?
- Pues sí, pero mira dónde ando...
- Ni modo...
- Tengo ganas de orinar! - expresó. El camino se prestaba para que él tipo bajara y orinara en los matorrales.
- Pues llega a una gasolinera - le dí la solución más sensata! [ajá!]
- Pues sí, ahorita llego a una... - creí que hasta aquí iba a llegar con la conversación, pero... - Ya se me está empezando a parar... ¿A ti no?
Yo ya no sabía si reírme o decirle: "
Deja te la mamo!". Aunque debo admitir que sí me empezaba a excitar la situación.
- No, we... - le contesté casi riéndome.
- Y sabes, hace rato casi me hago una puñeta...
- Nah! ¿En serio eres tan caliente?
- Sí... es en serio! - me contestó mirándome a los ojos por el espejo.
- Pues, tendrás que masturbarte para quitarte la calentura! No hay de otra...
En ese momento, estaba seguro que el cabrón quería que le dijera: "
Pues ahorita te ayudo, cogemos y sin pedos!". Y era algo que YO jamás le diría.
- ¿Te gusta ver películas porno? - él estaba decidido a seguir con el tema sexual.
- Claro, a quién no!
- ¿Y está sola tu casa ahorita?
[
"¿Qué? Osea... el tipo quiere cogerme a como de lugar...!" Eso pensé...]
- No... están mis papás.
- Qué mal! - expresó. "¿Mal? ¿Mal por qué?" Yo ya estaba seguro que el tipo quería ver una pelí porno, proponerme que nos masturbemos, vérmela... tocármela... cogerme! - ¿A qué hora tienes que llegar a tu casa?
[
No cabía mi asombro]
- Pues no tengo hora... - le dije, también yo de caliente, propiciando algo más! Tentando al demonio...
- Vamos a ver viejas a Coqui... Yo te invito! - me dijo emocionado con la idea.
- Cómo crees! Ni me conoces...
- ¿Y qué tiene? En serio, debo entregar el carro al Trapiche. Vamos a Coqui, luego te dejo de pasada ya que entregue el carro... ¿qué dices?
- No, gracias...
- Ah! ¿Tienes miedo o qué? - típica expresión que se les dice a los machitos para ofenderlos y que acepten hacer las cosas!
- Para nada, aún tengo mucha tarea por hacer!
- Mira, ahorita se me antoja coger con esa vieja... - señaló a una chava delgada, con buen cuerpo - Mírala bien!
Fingí verla. En mi interior había una lucha interna por decidir qué hacer. Veía esa como la oportunidad de revivir mi vida sexual. Pero, recordé a
Cíclope advertirme sobre los peligros que se corren al aceptar coger con extraños. Recordé las enfermedades que podría agarrar. Así que apesar de estar seguro que el tipo ese intentaba crear una situación para que pasara algo entre nosotros, decidí no hacer nada.
Ya llegando a la glorieta del DIF, me dijo: "
Pues tu decides, eh!"... Yo ya no le contesté. Le pedí que me dejara sobre la avenida. No dejaría que el tipo viera dónde vivo. Iba asombrado para mi casa con lo que me pasó, con ese hombre que indudablemente buscaba algo más...! ¿O no creen?
Nota: Le mandé un mensaje a Cíclope preguntándole si podía entrar, le quería contar lo sucedido. Pensé que me contestaría con un rotundo no, en cambio... Entró, le conté todo... Y conversamos chido! Yo creo que a cual más, los dos, no podemos dejarnos!