domingo, abril 24, 2005

Desvaríos

Aprovechaba la tarde descansando, viajando por el mundo de fantasía que el subconsciente crea cuando cierras los ojos. De repente, mi celular suena. No reconocí el número; contesté.
- Hola Racho! ¿Cómo estás? - Bien - articulé vagamente.
Todavía peleaba por distinguir lo real de lo que hasta hace poco era mi imaginación. La voz no la conocía... era familiar, pero no lograba percibir quién era. Tal parece que el interlocutor se dio cuenta de ello.
- Sabes quién soy, ¿no? - - pausé intentando recordarlo - eres Jorge! - ¿Jorge? ¿Quién es Jorge?
Escuché risas burlonas como fondo de la conversación. Sentí pena, me sentía apenado por no haber reconocido a la persona.
- Soy Efra - me dijo.
Pd. Espero que si alguna vez mi novio me marca cuando esté dormido, yo pueda contestar con un poco más de coherencia!

No hay comentarios.: