jueves, julio 22, 2004

Pa' reír un rato!

Un chiste que me encontré en el foro de Teenlover. [Ojo, la página es de temática gay, pa' aquellos curiosos que quieran dar clic al hipervínculo.] Es un poco largo, pero vale la pena!
La CIA tenía una vacante para un asesino. Estas posiciones altamente clasificadas son duras de llenar, y hay muchas pruebas y verificación de referencias implicadas antes de que usted pueda incluso ser considerado para la posición. Después de evaluar a algunos aspirantes a través de las verificaciones, entrenamientos y pruebas, las opciones se redujeron a dos hombres y una mujer para la única posición disponible.
Llegó el día de la prueba final para definir quién conseguiría el trabajo. Los agentes que administraban la prueba llevaron a uno de los hombres a una puerta grande de metal y le dieron un arma.
- Debemos confirmar que usted seguirá nuestras instrucciones no importa bajo que circunstancias - le explicaron - dentro de este sitio, usted encontrará a su esposa sentada en una silla. Tome esta arma y mátela. - Usted no puede estar hablando en serio! Yo nunca podría matar a mi propia esposa - le dijo el hombre con una mirada de asombro. - Bien - dijo un agente - entonces usted definitivamente no es la persona adecuada para este trabajo.
Así que trajeron al segundo hombre a la misma puerta, le entregan el arma y le explican los mismos parámetros de la prueba. El segundo hombre miró algo sobresaltado, pero sin embargo tomó el arma y entró al cuarto. Todo estuvo en silencio por cerca de 5 minutos, entonces la puerta se abrió. El hombre salió del cuarto con lágrimas en sus ojos.
- Intenté matarla, pero simplemente no pude apretar el gatillo. Supongo que no soy el hombre adecuado para el trabajo - les dijo. - No, usted no tiene lo que se necesita para esto. Tome a su esposa y vaya a casa - los agentes contestaron.
Ahora sólo les quedaba la mujer. La conducen a la misma puerta y le dan la misma arma.
- Como prueba final, debemos estar seguros que usted seguirá las instrucciones sin importar las circunstancias. Dentro encontrará a su marido sentado en una silla. Tome esta arma y mátelo.
La mujer tomo el arma y abrió la puerta. Antes incluso de que la puerta se cerrara, los agentes oyeron a la mujer descargar el arma completamente, uno por uno, cada tiro disponible en el cargador. Entonces el mismo infierno se apoderó de aquel cuarto. Se oyeron gritos, desgarramientos, golpeteo en las paredes. Ésto continuo por varios minutos y finalmente todo quedó en silencio. La puerta se abrió lentamente, y allí estaba parada la mujer. Se limpió el sudor de la frente y dijo:
- Coño, no me dijeron que el arma estaba cargada con balas de salva . Así que tuve que matarlo a golpes con la silla.

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