Vida, vida...! Exijo vida.

Gente!

Estoy bien, no se preocupen. He estado un tanto distraído con la escuela, el desmadre [que en realidad es poco], el vicio de los Sims 2... No, no, no...! Sigo vivo, en serio. Estos días han sido fantásticos. Retomé mi plan alimenticio a base de pan y agua [es en sentido figurado, no crean que soy anoréxico] y me siento muy bien! Creo que estar delgado es tan satisfactorio, aunque todavía no sea delgado, verdad! Pero bueno. Hoy no les escribí tan formal, porque me no me nace! Por cierto, mi madre cumplió hoy años, 52... je! Felicítenla. Yo ya lo hice. Nos estamos leyendo! No dejen de venir... jajaja!

No saben buenos

- ¡Chécate eso! - exclamó Vero al ver la mochila de Mariana - ¿Te das cuenta que el compartimiento para la escuela es menor al compartimiento para sus cosas de natación? - Jajaja... sí! - le contestó Yara. - Ahí se nota cuál es la prioridad de la Marianita, ¿verdad? - dije yo.

Miré la mochila. El cierre estaba entreabierto.

- Mariana, no seas cochina. Dejas aquí que todo mundo vea lo que traes. Hasta los condones salieron - le dije. - Ay, mentiroso! - Ya ven, Mariana, por su trabajo debe andar bien protegida. Y hasta vende! A mi me vendió uno sabor fresa y te diré, no saben buenos.

Vero se me quedó viendo con cara de "¡qué pedo!". Y yo, hasta que la vi, supe la pendejada que había dicho. Vaya forma de salir del closet ante alguien, ¿no? Cuando intenté arreglarlo, Yara mejor me dijo: "deja de meter pata por pata".

Ojalá que te mueras

¡GORDO! Eso fue lo que escuché; eso fue lo que dijiste. Lo que me dijiste a mi. Deseo tu muerte. La hora llegará y yo sonreiré. 

El que no respeta el sueño

Pasaban de las 2 de la madrugada. Estaba plácidamente recostado en mi cama, con una colcha de algodón que mi madre compró en uno de sus viajes a Tonalá. Me cubría parte del cuerpo mientras el viento fresco de la noche, impulsado por el ventilador, acariciaba la piel descubierta. Un sonido me despertó. Mi celular, por algo lo dejé prendido. No es algo que acostumbre hacer, pero ese día así fue. La leyenda en la pantalla decía: Chucho is calling. Después de reaccionar, contesté. Intenté articular palabra, pero me fue imposible por unos momentos. Lo logré. "Bueno, bueno... ¿Chucho? Bueeeno...!" dije. Nadie respondía del otro lado, ni siquiera se escuchaba ruido alguno. Colgué. Al poco tiempo volvió a sonar. Estaba un poco molesto por la hora que era. Yo deseaba dormir. Y al no haber sido respondido la primera vez, creí que el muchacho estaba jugando. Enmudecí el teléfono; sin embargo, volvió a sonar. Esta vez contesté. Era la operadora, me habían dejado un mensaje de voz. Marqué el número del buzón.

[btrrriirrirfgrgir (el sonido es constante)] Rachoooo, rachoooo [risa estúpida]... rachito, ¿qué pasó bombón, ¿no me contestas? bueno, no me importa, ¿sí?... [risa estúpida] adiós [risa estúpida]

Ay, muchachos. Sólo les daré un consejo, cuando ande borrachos y quieran llamarle a sus amigos, novias, parejas, o lo que sea. No lo hagan, no es tan placentero escucharlos decir tonterías. Y menos, si lo hacen a deshoras.

Cuestión de karma

En las antiguas culturas orientales, específicamente en las tierras cálidas de la India donde nace el budismo, se cree que ante toda acción, buena o mala, conlleva una reacción. A esto le llaman karma. La reacción puede presentarse en esta vida o en la venidera. Es como la ley de la física que dice que ante toda causa hay un efecto. Y no hay mejor ejemplo, que el que ocurre estos días en Estados Unidos. Después de los atentados sufridos el 11 de Septiembre de 2001, declararon la guerra contra el terrorismo. No descansaron hasta derrotar a Al Qaeda, los supuestos responsables de la masacre ocurrida esa mañana en Nueva York. Derrocaron a Sadam Hussein; llevaron mucha muerte al Medio Oriente. Y ahora, no fueron los terroristas, no fue Cuba, no fue Irak. Fue la misma naturaleza la encargada de herir al pueblo estadounidense. Al menos 100 personas murieron a causa del desastre que ocasionó Katrina, miles están en la espera de ayuda. Esperan ser rescatados, mientras pasan los días con hambre y sed.

George Bush, todo es cuestión de karma.