No sé si es la época, pero me he vuelto muy sensible. Hace rato miraba la televisión, un canal de Azteca. Apareció de repente un comercial referente a la Navidad.
- Hijo, ¿vendrás a pasar la Navidad? - pregunta una anciana mientras hablaba por teléfono.El joven treintañero negó su asistencia justificándolo con otro compromiso. Entonces se le aparece un hombre que le enseña lo bello que es pasar la Navidad en familia. Simplemente sentí ganas de llorar, fue una de esas ocasiones en las que inevitablemente brotan de tus ojos las lágrimas. Bah, qué mariquita!
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