viernes, diciembre 10, 2004

Ahórcame más...

"Las grandes torres además de suponer un negocio muy rentable, dinamizan las ciudades de forma evidente" dice Roxana Villalobos, colaboradora de la revista mexicana Enlace. Si bien, Colima aún no cuenta con este tipo de arquitectura en sus calles, debemos empezar a planear a un futuro la existencia de estos monolítos gigantescos. En los últimos años, nuestra ciudad ha crecido de forma desmesurada. Esto lo considero alarmante en cuanto a la "forma" en que lo hace. Se ha estado viendo una expansión en la traza urbana que, quizá antes no se había imaginado. Dentro de pocos años, la mancha urbana literalmente comerá a las pequeñas ciudades aledañas a nuestro municipio, lo que generará una metrópoli más en nuestro país. ¿Terminaremos con las bellezas naturales de nuestra ciudad? ¿Acaso se dejará de respetar las áreas de vegetación? Para mi, la mejor opción es dejar de pensar en un crecimiento horizontal y mirar hacia el cielo. Situaciones como la del Edificio Cázares, puede que sean motivo para que la gente crea que construir aquí edificios de gran tamaño no es factible. Pero, ¿qué pasa con Japón? Tiene muy poco territorio, mayor número de población y aún hay áreas sin explotar de su pequeña isla. El hecho de encontrarse en una zona altamente sísmica, no ha impedido la plantación de edificios de estas características. Entonces, ¿qué impide a México? Muchos dirán, la falta de alta tecnología para equipar con los sistemas de defensa empeados en los rascacielos japoneses ante situaciones catastróficas, como lo son los sismos. Ahí está la Torre Mayor Reichmann, prueba feasciente que hay alta tecnología en nuestro país. Yo creo que hay algo más, hay algo cultural al respecto. Cualquier mexicano tiene el sueño de poseer una vivienda propia, en las afueras de la ciudad, con sus jardínes frontales y traseros. Muchos piensan que en un futuro no podrían subir y bajar escalones, por lo que tener un departamento en uno de estos edificios sería algo difícil [según su forma de pensar]. Así que, el cuento de la falta de tecnología no entraría como una razón justificable y me quedo ante ésta como la principal causa a la inexistencia de estos edificios. Estamos concientes que nuestra tierra debe respetarse, algún día volverá a recordárnoslo. Aún así, también debemos concientizarnos y empezar a preocuparnos por esta ciudad, la ciudad que ha permanecido limpia y la que muchos de nuestros paisanos admiran por su belleza natural. Empecemos a construir hacia arriba, olvidemos el miedo!
¿Esto no es una buena conclusión sobre el tema? Carajo... Mejor deme un tiro, señora!

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