viernes, diciembre 31, 2004

Fin de año

Ya faltan unas cuántas horas para recibir un año más. Nos preparamos para desearle a nuestros seres queridos los buenos deseos esperando que, tanto a ellos como a nosotros, por fin se nos haga justicia brindándonos días de dicha y felicidad. Hacemos millones de propósitos, que sólo durarán el primer mes. ¿Por qué tendemos a hacer ésto sólo cuando se avecina un cambio de año? Sabemos muy bien que no tenemos la vida comprada, que en cualquier momento podríamos simplemente desaparecer del mapa. La misma Gaia nos lo recordó con lo acontecido en Asia no hace unos días.
Si aún no captan el punto, les contaré algo. Hay una chica, a la que llamaré Ann, tiene 23 años. A los 17 quedó embaraza de Don, el primer chavo que la besó. Ambos decidieron quedarse con la niña e intentar ser felices. Pasó el tiempo, otra criatura vino al mundo. Todo pintaba perfecto, Don trabajaba en una empresa dedicada a hacer piscinas. Ella ayudaba con los ingresos trabajando en las noches como conserje en una Universidad. Todo iba bien, las niñas eran alegres, crecían sanas. Pronto dejarían de vivir en esa casa rodante en el patio de los papás de Ann. De repente, un día Ann pierde el conocimiento. Los médicos le diagnostican cáncer, su cuerpo está completamente invadido por ese mal. Tenía aproximadamente 3 meses más de vida. Así como si fuera Año Nuevo, ella empezó a hacer una lista de cosas que haría antes de que llegara su deceso. Quizá me digan que no es lo mismo, no es la misma situación... ¿Creen que mañana estarán aquí? Piénsenlo. Yo sé que es muy fácil decir: viviré el día al máximo. Yo lo he dicho, más admito que muy pocas veces lo pongo en practica. Siempre me preocupo por lo que la gente piensa, por cómo me irá mañana, por si tengo que bajar x cantidad de kilos, que necesito comprarme tal cosa para sentirme agusto. Desafortunadamente nos hemos vuelto materialistas, vivimos en una sociedad en la que el consumo es la ley para vivir. Hoy, sólo espero que todos nosotros aprendamos a vivir cada día como si fuera nuestro último en esta tierra. Despertar y dar gracias por un día más. Decirle te quiero a nuestros seres queridos todos los días... Vale, carpe diem! Pd. La historia es una película de Almódovar, si no me equivoco. Se llama La vida sin mi.

No hay comentarios.: