A peso, a peso...!

Pasaban de las 9 de la noche cuando llegué a la explanada de ingreso del Instituto Tecnológico de Colima, de donde saldría el autobús que nos llevaría hasta la ciudad capital: Distrito Federal. Ir en autobús hasta la gran urbe es fatal. Son 12 horas de trayecto en donde sólo pude dormitar por lapsos de 20 minutos. De Colima a Jalisco, luego pasar por Michoacán, cruzar Guanajuato y Querétaro, así como un tramo de Hidalgo para hacer una entrada triunfal por el Estado de México. A medida que avanzábamos, la temperatura ambiental descendía. El viento gélido entraba por la ventanilla mal cerrada del autobús y me calaba los huesos. Era delicioso. Más al ser yo un chico tropical que adora el frío. Llegamos a la Ciudad de México a las 9:30 casi las 10 de la mañana. Impresionante recorrer el Paseo de la Reforma. Llegamos a Chapultepec. Entramos al Museo de Antropología e Historia en donde se nos brindó un recorrido por las diferentes salas explicándonos ciertos detalles importantes de las culturas que se asentaron en el territorio mexicano. Salimos de ese recinto y nos dirigimos al Castillo de Chapultepec. Es simplemente hermoso. Y ya estoy muy cansado de contarles todo lo que hice. Jojojo. Algo importante que debo mencionarles, es que conocí a Chucho en persona. Luego hablaré de eso. Me voy a dormir, que en el camión no se pudo.