viernes, noviembre 25, 2005

Sinceramente

Algo en mi interior me dice que no debiera jugar con fuego. Puedo resultar gravemente herido, o peor aún, muerto. He dicho muchas cosas, he prometido cosas, y ya no deseo que sucedan. En su momento resultaron sinceras, pero hoy en día cumplirlas sería una hipocrecía. Hipócrita de mi, que mira a la gente con ojos de amor pero en realidad las detesta. Y mentiría si dijera que no me agrada, porque en realidad, yo ya conocía esta parte de mi. La conozco desde hace mucho tiempo atrás, y no quería aceptarla. Ahora está a flor de piel. Además, admito que lo único que hace falta en mi persona es darme el autovalor para poder hacer lo que mi naturaleza reclama.
Reclama poder darse sin pudor.
Reclama ser la puta de la comarca!

1 comentario:

Anónimo dijo...

A veces una sonrisa duele, pero quien dice que de vez en vez no es necesaria una dosis de dolor, porque, piénsalo, eso nos ayuda a recordar el gozo. ... lo mismo es una mirada, porque no en vez de dolertelo buscas otro modo de verlo?.... lso conflictos comienzan y terminan en la propia mente

saludos... ah y soy bachellor (no me presente antes)