sábado, julio 30, 2005

Siendo sinceros


Un mes, dijiste. Sólo te ausentarías ese tiempo. Y como el reloj no se detiene, han pasado las horas y los días. ¿Será que cumplirás tu promesa apareciéndote de repente? Yo me acostumbré a tu ausencia. Te extrañé, sí... no lo voy a negar! Pero también deseo seguir viviendo en mi idea tonta de creer que te intereso. Vivir con ese fantasma que me hace feliz, o por lo menos, me envuelve en un espejismo con aparente felicidad.

No hay comentarios.: