martes, junio 27, 2006

Promesa

"Ya no te preocupes por mi, sólo necesito tiempo para alejarme de tu vida para siempre"

martes, junio 06, 2006

No podía dejarlo pasar

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Que disque hoy es el día de la Bestia...!

lunes, junio 05, 2006

¿Volvemos?

Magestuosas se veían las torres de la planta de energía que abastecía el lugar y a la cuál estábamos visitando como asignación por parte de uno de nuestros profesores de la Universidad. Con cada una de las salas que recorríamos dentro del sitio, mi aburrimiento se incrementaba. Deseaba que algo interesante ocurriera. Así que, junto con Noemi, me aparte del grupo. Anduvimos por áreas designadas sólo para empleados. Corrimos por largos pasillos, bajamos un sin fin de escaleras. Nada nos detenía. Y justo al momento de querer retornar, nos percatamos que ya estábamos perdidos. No sabíamos dónde nos ubicabamos y mucho menos sabíamos qué camino seguir. Descendimos por unas angostas e infuncionales escaleras de caracol, llegamos a una sala acondicionada con aire fresco. Dos sillones con unas lámparas extrañas estaban en el interior. A un costado, una puerta de cristal por la cuál se veía el exterior. Ésa era nuestra salida, pero la puerta no se abría. Atinadamente nos sentamos en los sillones ocasionando una especie de teletrasportación al exterior, donde ya se encontraba el grupo y nos estaban esperando. Después del regaño por parte de nuestro profesor, me quedé un rato observando el atardecer enmarcado por un horizonte lleno de altos relieves. Fue en ese momento cuando te acercaste a mi. Te detuviste a mis espaldas. Sentía esa calidez de tu presencia y ansiaba que me dieras un abrazo. Pero ambos sabíamos que no podía ser, nuestra relación ya habia terminado. Te acercaste más a mi, haciendome sentir tu cuerpo. Y justo al sentir el primer roce de tu mano con la mía, la quité.
- Entiendo, es díficil confiar nuevamente una vez que las cosas no funcionaron. - ¡Así es!
Ya no habría una segunda parte...

martes, mayo 30, 2006

El argüende de la semana

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Bonito se veía Leoncio Morán Sánchez, alcande del municipio de Colima, golpeando a agentes judiciales bajo los pies de la escultura de José Luis Cuevas. Todo debido a una falta por parte del panista al intentar trasladar esa pieza de arte a otro sitio por motivos de seguridad vial. Pero afrontémoslo, la solución no es eliminar la glorieta en donde descansa la llamada "Figura Obscena". La mala educación vial por parte de los colimenses es la que ha ocasionado cientos de los accidentes que han sido adjudicados a la dichosa glorieta. ¿Hasta cuándo se dará cuenta la gente que si hay accidentes es debido a la imprudencia de los conductores y no por que el asfalto esté húmedo o porque haya una glorieta en el trayecto? Que cada quién tome responsabilidad y dejen de destruir el patriomonio cultural y urbano de nuestra ciudad. La escultura ofende a algunas personas, pero de igual manera el Ángel de la Independencia ofendía a cientos de ciudadanos del Distrito Federal durante los primeros años en que fue expuesto. Creo que es sólo cuestión de acostumbrarse...

domingo, mayo 28, 2006

De arqueología

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Hace un año aproximadamente que realicé mi servicio social dentro del INAH [Instituto Nacional de Antropología e Historia], fue ahí que me contacté con dos arqueólogos con los que actualmente trabajo. Mi labor es dibujar lo que ellos necesiten para sus informes. Gracias a ello, he aprendido un poco sobre todo eso que llaman "arqueología". Entierros, elementos arquitectónicos, vasijas... entre miles de cosas más son las que rodean el mundo de estos personajes que con su criterio realizan hipótesis de lo que pudo ser aquéllo que fue encontrado en algún predio. Pero yo aún no logro comprender cómo les puede apasionar pasar horas eternas bajo el Sol, rodeados de polvo. Durante este fin de semana, me tocó experimentar en carne propia esa inapropiada situación donde el Sol irradiaba un calor sofocante y no importaba donde me resguardaba, yo no aguantaba el sudor que recorría mi piel enrojecida ocasionando ardor. Si bien, gracias a mi atinada dedicación por no asolearme, mi piel había recuperado su tono natural; hoy estoy más que quemado. Maldita la hora en que acepté ayudarles...! Lo bueno es que sólo fue este fin de semana... o eso creo!